Hacia la recóndita austeridad del trazo apenas sostenido por la acogedora mancha.
En un deambular casi a ciegas por la geografía del soporte bidimensional.
Es hacia allá adonde Verónica Colodro emprende su aventurada búsqueda, ejerciendo la delicada manipulación de la materia con el propósito de mantenerse siempre en el metafísico y huidizo espacio de lo esencial, sin por ello dejar de estar sometida a la persistente tozudez de la obligada materialidad y la insistente lucidez del signo plástico, a través del color, sus matices, la línea, la mancha y su forma producida por el gesto activo. Y así, por medio de ello, nos presenta un universo semiplagado de instantes que parecieran pretender dilucidar el anverso a través del reverso del objeto pictórico, como una instintiva reacción frente al vertiginoso rugido que hemos asumido obligadamente como civilización atiborrada de imágenes, cuya inescrupulosa intervención sensorial ya casi no nos permite emprender desde la honestidad ese acto llamado contemplación.
Omar Gatica
Nodos
Galería La Sala
Santiago, junio 2007
